Los papás de Juanito AC presumen su primera novela gráfica Entrevista. Víctor Hugo Rodríguez, Mario Alberto Ruiz y Jonás Acosta. Estos jóvenes diseñadores se conocieron en la universidad. Fundaron una casa productora, Juanito AC. |
8-Junio-08 |
El Feng Shui dicta que no se debe dormir con un espejo frente a la cama. Partiendo de ese consejo, Víctor Hugo Rodríguez, Mario Alberto Ruiz y Jonás Acosta, quienes dirigen la productora Juanito AC, desarrollaron la primera historia de Real Astral, una novela gráfica que realizaron con apoyo del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico en el periodo que concluyó el año pasado. Con un tiraje de dos mil ejemplares, el primer número de Real Astral narra las leyendas del espejo roto, en el que un espejo roba el espíritu a una tierna niña. La casa productora, que ostenta el logo de un rosado puerco con alas, fue creada por estos jóvenes diseñadores desde que estudiaban en el Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño. “El puerco anda volando desde hace cinco años. Pero estamos en forma desde octubre del año pasado”, detalla Rodríguez sobre el despacho en el que, además de producir esta nueva novela gráfica, realizan trabajos de diseño editorial, ilustración y páginas web. “A Juanito AC lo define el humor ácido, irreverente. Tratamos de buscar una salida diferente a las cosas”. Con esta novela también buscan difundir el trabajo de escritores y artista plásticos locales —al final de cada número se publican obras plásticas relacionadas con la historia—, por lo que abren las puertas de su despacho a las colaboraciones. ¿Cómo se involucran en la producción de esta novela gráfica? Empezamos a buscar gente que escribiera, pero por alguna razón no encontramos. Entonces terminamos escribiendo, dibujando y coloreando nosotros. A todos nos gusta el cómic, y no sólo el americano, no tenemos prejuicios si es manga, novela o libro vaquero: leemos de todo prácticamente. Hicimos una historia de prueba que originalmente era de dos páginas y terminó siendo una historia como para 24 números. A todos desde niños nos gustó el cómic, y poco a poco fuimos desarrollando los conocimientos para realizarlo: aprender a hacer viñetas, a escribir y otras cuestiones del negocio de cómic. ¿Cómo surge esta historia? Con un personaje que era antisocial. Hay ocasiones en que te levantas, te sientes mal y no sabes por qué, y nuestro personaje principal tiene 30 años y no ha superado esa etapa. Esta novela gráfica funciona a base de historias cortas, la ciudad sería el personaje principal porque el resto son vidas que pasan y dejan sus historias plasmadas. Nuestro cómic no es ningún Superman o Spiderman, que son vidas súper complicadas y llenas de aventuras. Simplemente son vidas normales que por algún motivo se ven marcadas. Las historias que contamos en Real Astral son las historias de la gente que va pasando por la ciudad y su interacción. Son historias cortas, autoconclusivas. ¿Cómo ven la producción local de cómic? Conocemos varios grupos, no a todos, pero a nosotros nos gusta apoyar al cómic independiente. Muchos de los que empiezan aquí y tienen talento terminan emigrando para trabajar en empresas como Marvel. No hay interés de las empresas para arriesgarse a un proyecto. En la época de Kalimán México era el mayor productor de cómic, ningún otro en el mundo igualaba su tiraje. México tenía una fuerte cultura del cómic: hasta El libro vaquero tenía una calidad de trazo muy buena, era un gremio muy fuerte y se apoyaban mutuamente. Otra de las cosas que pasa en Guadalajara es que a los dibujantes los rebasó la era digital y dejaron de hacer cómic. Hasta ahora en Guadalajara el cómic se ha vuelto a dar, no a borbotones pero hay casos como el de República Lucha, la nueva ola de locales se empiezan a apoyar mutuamente. No existe un mercado de novela gráfica, eso dificulta que se mueva un trabajo como el nuestro. ¿Qué buscan con su trabajo? Ser propulsores de abrir un mercado de cómic en Guadalajara. Realmente en la ciudad hay gente que produce cosas muy buenas, pero la distribución no es muy apta. También contribuir a que regresen las glorias pasadas, que no eran por un buen cómic, sino por un grupo de 30 buenos títulos, era todo un movimiento de México como productor de cómic. Éste es un mercado que da para muchas fuentes de trabajo: escritores, diseñadores, ilustradores. El cómic es un consumo de entretenimiento tan válido como la tele o el cine, y en cuestiones artísticas es muy respetado. Lo que tratamos de hacer con el cómic es difundir la cultura, al final de cada número damos una reseña, por ejemplo, de la leyenda en la que nos basamos para desarrollar la historia.
|
Guadalajara/Karla Bañuelos |
Yolliztli Ruiz on line
No hay comentarios:
Publicar un comentario